lunes, 10 de agosto de 2009

UNA IRONIA A LOS 10

Salgo de la muestra fotográfica del Teatro San Martín.
Tomo el subte. Linea B, 22hs.

Pasa un músico. Pasa un segundo, mas habilidoso este.
Pasa una mujer. Hebillas invisibles y colitas negras. $2

Pasa un pelirojo de no mas de 10 años.
Nos canta.
Nos canta como quien canta desganado, rutinado, distraido, aunque seguramente sea mas complejo describirlo; sea hambre, imposibilidad, o un desgano para responderle a una indiferencia.

El subte llega a Lacroze y el colorado esta acabando de recorrer el vagon.

"Colaboren señores, que tengo 20 hijos que mantener" comenta al aire.

El vagon sonrie, entre risas incomodas y carcajadas indecentes.

Y aunque el acto repunta sobre el final, el resultado es el mismo; muchas risas, pocas monedas.

Una frase X, de un ámbito X.
¿Confesa burla de algo que sabe no es, o sincera practica de algo que ve venir?

Un asistente social que analice la situación, y alguien, cualquiera, que me diga de que nos reiamos (incluido), a que nos acostumbramos y que nos estamos haciendo.